Me he levantado con la frente hacia el cielo esperando una respuesta.
Desvanecido estoy por jugar al sabio y no obtener una respuesta
Me transformo con disfraces subterráneos, creyendo tener un asiento de primer nivel a una escena perdida y aislada del conjunto humano que habita en la gran ciudad.
Soy un inconforme exasperado por la maldición de la enfermedad, esta terrible enfermedad lúdica obsesiva que me arrincona a la pared fría de mi cuarto en vez de estar contigo que calientas mi cuerpo y respiras conmigo.
Me veo al espejo y distraigo mi mirada en siniestras fantasías y en perdidas fatalidades
Me entra esta apatía de la vida de la mala vida, esta que recorre por tus venas y al otro día te encuentras tirado con la boca seca esperando cada vez mas el nuevo comienzo pensando en que va a ser diferente.
Al instante me encuentro con el ego destructivo que me hace ser más fuerte en la adicción pero más débil por dentro.
Susurro a mis oídos la falta de sonido que hace sulfurar mi inconsciente en busca de perdidas realidades, que lo que hacen es simplemente ponerte a viajar y pensar en ese todo que es nada y en esa nada que lo es todo.
MIXA.
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