lunes, 16 de marzo de 2009

VIOLET

Me encuentro perdido en una de esas noches que son eternas pensando en los prolongados instantes que paso sin beber, son como pequenas eternidades que pasan delante de tus ojos y sin que puedas evitarlo el momento se extinge entre cerveza y humo de tabaco, llevo en esto tanto tiempo que no puedo recordar nada que no lo relacione con el vicio y el libertinaje. Me levanto tambalenado entre sucias mesas y gente que ha encontrado un rayo de esperanza en la bebida, me dirigo a la barra, pido un escoses triple sin hielo ni agua, y lo bebo como si fuese ambrosia o al menos me imagino que lo es, pago con el cambio exacto, pienso que he perdido miles en propinas y ahora corto de efectivo cuido lo poco que tengo hasta perder la conciencia. Regreso a mi mesa y charlo un rato con las mismas ratas que deje al atravesar tan sucio lugarejo, me preguntan sobre mi próximo libro y de cierta forma no se que contestarles, les invento una historia nueva cada noche y la olvido por la mañana, pensé en cargar con una de esas grabadoras digitales para tener algo en que basarme en el momento en que me disponga a escribir, pero es inútil, cada poema e historia vale solo en el momento en que es contada y prefiero que estos vagos o alcoholicos sean quienes las conozcan y no toda la estirpe de seudointelectuales que rodean al medio, es como un happening, pero sin memoria, ya que mi historia queda perdida entre vomito y resaca, y aun conciente prefiero que quede ahí que en un estante de una librería, prefiero ser olvidado mil veces que aclamado por siempre, aunque mis escritos son bastante mediocres para sobresalir el miedo de la posibilidad me llena de rabia e incertidumbre, sentimientos que ahogo en lo que sea por que no puedo sopesarlos. Salgo del bar tintineante pero en una pieza y busco un bar mas malo que el anterior, por cuestiones económicas, tambaleo por toda la ciudad a media noche rogando por un asalto que me lleve a mi muerte o por un suicidio semiconciente, la vida dejo de tener sentido desde hace un par de anos para mi, la sociedad demandaba mucho de mi persona, con un doctorado en letras británicas debería ser un catedrático o un mentor para las nuevas generaciones, pero simplemente no me entro el deseo por hacerlo y no me siento mal por ello, ahora mi vida no le pertenece a nadie, ni a mi mismo, no quiero darle cuentas de mis acciones a nadie ni a nada, es un acto de libertad extrema o libelismo. Al no encontrar un bar a mi presupuesto y teniendo el alba a mis espaldas espero apacible en un parque hasta que la vida comiense a surguir a hervir, gente que se mueve al unisono arrítmico con destinos similares, trabajo, familia, de tan solo de pensarlo mi mente provoca una nausea que me asfixia y entre mareos y mareos vomito, vomito una sustancia purpura sin apariencia organica, como plástico recién fundido, aun caliente y con un olor indescriptible trato de palparlo, pero mis manos no lo tocan y mis demás sentidos comienzan a irse de a poquito, entre tanto ya no puedo ver nada con claridad y el tacto se ha difuminado por completo. En un pánico repentino trato de hablar con alguien, pero mi voz no llega a los oídos de la gente, trato de levantarme y mi cuerpo parece de una tonelada, por un instante pensé que moriría, y cai de improvisto en un sopor profundo, oscuro y sin retorno. Despierto en la sala de urgencias de un hospital tan o mas insalubre que la ultima cantina a la que entre, los doctores hablan, pero no puedo entender ni una sola palabra, entonces como un ascua que se extinge oigo a lo lejos una frase, perdió su alma….., no pude mas con tal aseveración, mi cuerpo rechazo mi alma y la expulso como un vomito rarísimo……… Pasaron las horas, desperté completamente lucido compartiendo alcoba y padecimientos con otros sujetos de mi estirpe, el doctor se acerco, me explico que sufri de una congestion alcoholica grave, me dio indicaciones y en un par de días Sali de aquel tugurio, necesitaba un hígado y no enconte forma mas sencilla que sersenar a mi esposa y quitarle sus órganos vitales, no se si fue un delirio esquizoide o solamente algo que tenia que hacer, pero me detuve cuando tenia mis manos tenidas del rojo por su sangre, el pánico se apodero en un segundo de mi y se fue con la misma rapidez. Fui a la casa del vecino con el pretexto de una taza de azúcar y al igual que mi mujer termine descuartizándolo y extrayendo sus órganos, hice lo mismo con su esposa y sus hijos, sin piedad ni remordimiento alguno, bebi la sangre del menor de los niños y Sali empapado en rojo dirigiendome a casa de mi madre, su destino estaba trazado, la salude como siempre, siguió con una charla típica entre madre e hijo, le pedi que me preparara un poco de café, ya distraída tome un cuchillo y lo clave lo mas hondo que pude en su espina dorsal, no la destaje ni nada solo la quería ver morir, esa ultima mirada, ese llanto silencioso apasiguo a mi corazón como nada hasta ese momento, decidi que la hora había llegado, compre lo necesario. 1 botella de antiácido 2 pastillas de omeprazol 20mg 1 botella del mejor whisky que pude comprar Una dosis masiva de heroína 1 botella de anticongelante con alto grado de etilen glicol Y marihuana para pasar ameno el rato. No se en que momento mori, pero no fue como nada que esperaba, de pronto me transforme como en un pedazo de tela gigante y fui cosido a un gran telon negro e infinito, junto a mi esposa, mis vecinos y mi madre, pero todos habían perdido conciencia de si mismos, menos yo, creo ese era mi castigo, al final ese era el único recuerdo que tenia de mi existencia como humano y al final fue mi ultima prisión, creo que desde el principio debía de ser asi los vacios en los que aun no nos encontrábamos se llenaban a la perfecion con nuestras tiras de eternidad y poco a poco los demás vacios se llenaban, pero yo era el único consciente de ello, un callejón sin salida, por la eternidad o lo que faltaba de ella, ahora solo me queda esperar el momento en que todo esto colapse, sin razón y sin sentido, al final asi es el universo o al menos lo poco que he aprendido de el. Desearía vivir de nuevo, para hacer lo mismo con mayor crueldad si tuviera un ultimo deseo seria asesinar a cada humano de este planeta, pero ahora consciente de que nadie escucha plegaria alguna me dedico a disfrutar el recuerdo de mi ultimo acto de libertad. Ahora en este ultimo paraje visual que me depara mi perene y vacia existencia veo el cielo de entre los cielos, platinado con colores fantasticos y me doy cuenta de una realidad, que tal vez solo sea personal, mi culpabilidad delataba a mi inoscencia y mermaba mi sufrimiento lo que hice, lo hice plenamente consciente, pero dentro de mi realidad no era malo, solo un grito en silencio de humanidad en contra de la opulenta imagenologia de la moral, fue una senal de desesperación colectiva que emergio de las sombras y en un solo individuo, mis actos vaticinaron el fin de mi especie, al menos el comienzo del final, ahora veo la entropía dándose vuelo destruyendo galaxias completas absorbidas por ominosos hoyos negros dentro de un telon que ahora pertenecía a una infinita gama de colores primaios, la destrucción es una parte de la creación, la mas profunda y la mas incoherente, pero esto no le quita importancia, siempre ha sido asi y asi seguirá siendo, por siempre.




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