cuatro manos

Ya estamos locos, sentados en los pilares estáticos de plata donde el viento santo llega a cantar silencios de mercurio...
ayer en la habitación supe las historias falsas traídas por el señor Viento García entonces los cielos disueltos en diamantes rojos estrellados llamaron por la noche al espacio azul montañoso… cuando las voces amarillas se fundieron con las estrellas espinosas... la locura llegó hasta mi principio tomando agua para tener líquidas las ideas.