lunes, 23 de febrero de 2009


Hoy comprendí que amarte no es suficiente, y el desear que el día no termine no lo prolongara a mis necesidades, tendrás que volver a tu casa, con tus hijos, con el hombre que comparte tu cama, tus planes, tu futuro.

Anhelamos sueños que nunca cristalizaran, que se olvidaran en el tintero de una vida que no vivimos, de besos prohibidos y deseos mutilados.

Hoy me pediste escaparnos de todos, del tedio de engañarnos, de estar al pendiente de la hora para no delatarnos con los fantasmas de tu conciencia.

Me pides paciencia y me regalas un poco de tu tiempo, me ofreces tu cuerpo como pago a mi deseo y calmas la sed de hacerte mía diciendo que me quieres.

¿Cómo paso?, cómo perdimos la capacidad de seguir nuestro propio camino, dependemos de horas que no tenemos, de sabanas en camas frías y de nombres falsos para gente desconocida.

Hoy te vi vestirte tumbado en la cama, vi como te pesa cada prenda nueva y abriste la puerta con miedo y rencor. Quede sólo con las ganas de alcanzarte y pedirte otros besos, de hacerte el amor en el pasillo y llevarte de vuelta al pasado que una vez fue nuestro.

Fuimos esclavos de un amor joven, fuimos una mano en la espalda y una caricia en la boca, dos recuerdos y un futuro inalcanzable.

Hoy me di cuenta que no eres mía, te tengo por qué no existe alternativa, me necesitas en tu vida pero atrancaste la puerta de salida, hay dos candados y una llave perdida que te obliga a quedarte dentro, yo soy únicamente un hueco en la pared desde donde ves pasar los días y esperamos que vuelvan a dar las dos para repetir una historia dividida.

Hijin

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