Átame para no acercarme, escóndete entre las personas, bajo un árbol, detrás del sol, encoge los hombros cuando sientas que taladro tu espalda y baja la vista cuando te topes con mis ojos.
No me des esperanzas, aniquila mi autoestima dando media vuelta, alejando tus pasos del eco de los míos, retirando tus manos si llego a rozarte y solo di malas palabras acompañando mi nombre.
No permitas que te quiera, barre mi sombra con tu desgana, insta al viento que me escupa la cara y suplica a dios no volver a verme.
Grita cuando me veas mover los labios, pide ayuda cuando estemos solos, en cada esquina busca un motivo para olvidarme y demuele el impulso de saber de mí.
No dejes que me case de ti, no consientas un momento bochornoso, malgasta cada instante bajo el telón de mi afrenta y pregunta siempre por el lugar a donde no voy.
Pideme que me aleje, ruégame una distancia mínima, diez pasos detrás de tu alma, un millón de leguas lejos de tu vida, dame motivos para ser indiferente, una sonrisa forzada y una mueca burlona.
Si me gasto en amor antes de dártelo, será más sencillo seguir al dolor que acabar así.
Solo reprime que te quiera, antes de acabar siendo lo que termino contigo.
Samuel Bantien
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