lunes, 20 de julio de 2009

Fracaso programado


No me odies por guardar las apariencias. Termino, bajamos el telón de un fracaso programado.

Oculta el dolor tras las bambalinas de la desgracia, borra mi nombre de la boleta de empeño, escupe mi cara y después… escapa en bicicleta.

Pero no me odies sólo porque lo pide tu madre, al final de cuentas para ella siempre fui un don nadie, si no me merecía tu amor, tampoco me gane el desprecio.

Fui tal cual como deseaste que fuera, arañe al gato, le ladre al perro, camine descalzo sobre dudas de arena y acabe siendo una excusa para tu mala fortuna.

No siempre el que olvida se recupera más pronto, que te diría la vida si me borraras por completo, mejor oculta mi recuerdo en el cuarto del abuelo, mi foto donde nunca de el viento y mi olor en una caja de zapatos.

No me odies aunque sea lo correcto, sólo porque tu padre quiere partirme la cara, descubrirás que el rencor no sirve de nada, y a pesar de lo que fue, puedo ser una agradable historia en el destierro.

No me odies aun si tienes motivos, soy un ababol, pero no soy malo, tal vez algo canalla y un tanto descuidado, y si te falle culpa a las brujas …

…odia los malos días.

Samuel Bantien

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