abrasante, asfixiante,
mármol, luces, candilejas,
distancias silentes.
Ojos brujos, caricias peregrinas,
tu piel
irresistible,
nuevamente tus labios,
gritos apagados que hierven.
Más incoherencia en medio del vapor,
de un recuerdo, de
Nada.
Sigo girando
en esta caótica
nebulosa
enbebido en pensamientos.
Veo irte con dolor
y heme aquí,
una vez más,
bajo la conmiseración de esta larga noche,
en espera de estrecharte
un beso furtivo,
y me atraganto
con todo aquello
que no podré musitar a tu oído.
Náufrago
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