lunes, 22 de junio de 2009

Viejos hábitos.


Nací esta noche, mientras le hacia el amor al recuerdo de una niña en la ventana, mientras buscaba fantasmas en la cama y miradas desnudas en el fondo del vaso.

Abrí la mente a viejas fantasías, baje la voz para escuchar al miedo y mire de reojo a las antiguas musas de sueños borrados.

¿Quién me robo las ganas de plasmar mis locuras en hojas de palma?, ¿Quien se llevo el lápiz que me heredo el abuelo?, los libros donde calculaba las probabilidades de llegar a mis metas, quién apagó los gritos de mi garganta reseca, de mis vasos con ceniza, del dolor en receta.

Renací para recorrer avenidas de historias repetidas, de mitos empachados, por sombras largas de relevos, renací para caer en el momento más oportuno de la vida.

Me despoje de deudas que laceraban mis manos, olvide rencores de odios trabados y caí en la cuenta de que fraccionar la vida nos da razones para pensar en días que desperdiciamos.

Levante la vista y me reí del pecado, me bautice con las sobras de un tequila tibio, encendí un cigarro para celebrar la comunión con mis viejos amigos y las benditas desgracias que los días me reservan.

Samuel Bantien

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