domingo, 13 de septiembre de 2009

La cita.


Espérame. No camines tan aprisa, hemos dejado el tiempo tan atrás que ya nadie nos persigue.

Levanta la vista. Observa como las nubes lloran nuestros pasos, observa como la luna cae sobre la tierra y nos desprende la retina el dolor de la tormenta.

No aprietes el paso. Las marcas del camino son el sudor de los fracasos, las lagrimas del gozo, las mujeres que olvidamos.

Los niños te saludan, no respondas son fantasmas, algas de un mar embravecido, son los días que no contaron, los recuerdos que no vivimos.

Espérame. Los días no se miden en horas, se cuentan por las noches que no pasaste sola y las mañanas que no despertaste acompañada.

Levanta la vista. Observa como dios se burlo de nosotros, observa como el sabor nos dio la espalda, ve al peón arrodillado sobre la tumba de su hija.

No aprietes el paso. Prefiero llegar tarde a esta cita, sé que me esperan los huesos de mis pecados, tu corazón herido…y mi amor en blanco.

Samuel Bantien

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