Dibujándote en la mañana cuando dormías, desnude tu alma y la plasme en el lienzo de mi corazón.
Abriste los ojos y me miraste fija, inmóvil a la percepción de mis ojos clavados en tu fina figura, cuando termine se abrió la cortina dejando entrar la luz, luz que en tu cuerpo deslumbro mi mirada y quede golpeado por el suave tacto de tus brazos.
Nos besamos hasta que los suspiros cesaron y el lienzo calló de la cama inmortalizando tu hermosa figura.
MIXA.
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